
España ha decidido unirse al programa PURL (Lista de Requerimientos Prioritarios de Ucrania, por sus siglas en inglés), creado por la OTAN tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su cambio en el papel que hasta entonces jugaba EEUU en la guerra en el país europeo. Al contrario de lo que hizo su antecesor, Joe Biden, Trump no estaba dispuesto a entregar armamento a Ucrania gratis, por lo que los aliados crearon este programa a través del que compran material bélico a EEUU para suministrárselo.
Según publica este jueves El País, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó el martes este asunto en una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el mismo día que acordaron celebrar una nueva reunión sin fecha ni lugar y que el ucraniano agradeció al socialista el envío de otros 70 generadores para apoyar la reconstrucción del sistema energético del país ante los constantes bombardeos rusos.
Por otro lado, este lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiham, ya habló de «la importante contribución de España a los programas PURL» tras mantener una reunión con su homólogo español, José Manuel Albares, aunque el Gobierno no se pronunció sobre el asunto.
El PURL se activó en agosto con la preparación de cuatro paquetes de armamento estadounidense por valor de unos 2.000 millones de dólares, una financiación en la que participaron Alemania, Países Bajos, Canadá, Dinamarca, Noruega y Suecia.
A finales de septiembre, Bélgica, Lituania, Letonia, Estonia, Islandia, Finlandia y Luxemburgo comenzaron a negociar su adhesión al programa, que se hizo oficial el 15 de octubre, tras una reunión de los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas.
La decisión de España de unirse al PURL llega en un momento en el que su relación con la OTAN, y especialmente Estados Unidos, no es la mejor. Este mismo jueves, Donald Trump volvió a cargar contra nuestro país por «no jugar en equipo» al ser el único país de la Alianza que ha manifestado que no va a destinar el 5% de su PIB a defensa. Con este movimiento, el Gobierno espera aliviar las tensiones con Washington, si bien es cierto que no ha trascendido aún el importe que destinará España al programa.
También este jueves, tras reunirse con Trump en la Casa Blanca, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió de que España no puede cumplir los objetivos de capacidad exigidos por la Alianza invirtiendo menos del 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), tal y como ha defendido en más de una ocasión Madrid.
«España se ha comprometido a cumplir los objetivos de capacidad. Ellos dicen: ‘Podemos hacerlo con un porcentaje inferior al 3,5 %’. Les dije que no podían y pronto sabremos quién está en lo correcto«, señaló ante los medios de comunicación.
El Gobierno argumenta que puede cumplir los objetivos de capacidades asumidos por la Alianza invirtiendo solo el 2,1% del PIB —por debajo del 3,5 % que se consideró como el baremo mínimo en la cita de La Haya— y, aunque la OTAN aceptó la fórmula, insistió en que revisará esos compromisos periódicamente.