«Hemos venido a mejorar las condiciones de los profesionales sanitarios y de ahí no nos vamos a bajar». Así de contundente se ha mostrado este miércoles la ministra de Sanidad, Mónica García, respecto al Estatuto Marco que su departamento negocia con los sindicatos y que hace apenas unos días originó huelgas y protestas de los médicos, que ya han convocado otro paro para el próximo mes de octubre. García ha defendido la reforma, que viene a sustituir al estatuto de 2003, y que, según ha asegurado, introduce «innumerables mejoras» para los profesionales sanitarios. Según ha contado, hay demandas que se han introducido en el texto, pero hay otras reivindicaciones que, para su departamento, constituyen líneas rojas que no están dispuestos a cruzar.
«Algunos piden que lo dejemos en un cajón y nos quedemos con el estatuto marco de 2003, que es el que ha causado todos los malestares y abusos. Yo, por responsabilidad, no voy a meterlo en un cajón», ha insistido la ministra en la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), celebrado este miércoles en la sede del ministerio.
Según ha contado la titular de Sanidad, en la reunión de este miércoles ha informado a los consejeros del ramo sobre el transcurso de las conversaciones con los sindicatos. «Las negociaciones van bien», ha asegurado, antes de reiterar que el texto incorpora «mejoras absolutamente novedosas» y «muchas de las reivindicaciones que propiciaron esa huelga ya están resueltas desde hace tiempo». Hay otras exigencias que «se están resolviendo», como el capítulo propio para los profesionales médicos, que ya se ha incorporado; la reducción de guardias a 17 horas; o que el saliente de guardia no cuente para el cómputo de la jornada ordinaria.
No obstante, hay otros puntos en los que no está dispuesta a ceder. «Todas las movilizaciones son legítimas, y hay algunas demandas que no lo son», ha defendido, en referencia a algunas peticiones, como quitar del texto los artículos que amplían ciertas competencias de las enfermeras u otras consideraciones que, según ha asegurado, no entran dentro de las competencias del Ministerio de Sanidad (las condiciones laborales de los profesionales, las retribuciones o que haya recursos suficientes en un servicio «para que alguien no tenga que hacer 8 guardias»). Líneas rojas que, según ha asegurado, también comparten las comunidades autónomas. «Han manifestado que están de acuerdo con el ministerio en que muchas reivindicaciones no son posibles», ha señalado García.
La ministra ha recordado algunas claves del nuevo estatuto marco, que todavía está siendo fruto de negociación con los sindicatos, con quienes tiene agendadas aún cuatro reuniones más. La obligación de que se convoquen oposiciones para los MIR cada dos años; la reducción de las guardias de las 24 horas actuales a 17, «sin deuda horaria»; la regulación del teletrabajo o incluso la limitación de las guardias para determinadas circunstancias (profesionales con enfermedades, que hayan pasado algún proceso oncológico, que tengan más de 55 años o que tengan reducida su jornada por cuidado de algún familiar, etc.). «Todo esto son mejoras laborales», ha insistido.