
El juez Leopoldo Puente ha protagonizado un encontronazo con Mariano Moreno Pavón, exgerente del PSOE, durante su testifical en el Tribunal Supremo, según informan fuentes jurídicas. Uno de los asuntos que el instructor del caso Koldo quería aclarar con la testifical es el proceso que seguía el partido para liquidar gastos cuando José Luis Ábalos era secretario de organización.
«Es de suponer que Administración hacía una comprobación de que esos gastos se habían realizado por la persona que los reclamaba», ha expuesto ante Moreno Pavón. Las respuestas del exgerente han hecho concluir al juez que el PSOE no llevaba a cabo las pertinentes comprobaciones.
Antes de tomar declaración a Moreno, Leopoldo Puente ha interrogado a una secretaria de Ferraz llamada Celia Rodríguez. Esta trabajadora tenía cierta implicación en el proceso de liquidación de gastos en efectivo a los trabajadores de Ferraz, tal y como ha quedado patente tras su declaración. Rodríguez se encargaba de redactar los formularios de gasto que luego firmaba (avalaba) José Luis Ábalos como secretario de organización. Los gastos del exministro figuraban a su nombre; los del resto del equipo se trasladaban a nombre de la secretaría de organización, sin más especificación.
Cuando el ministro Ábalos firmaba los formularios, Celia Rodríguez los «bajaba» junto a los tickets de gasto a Administración. Al cabo de las horas o los días, Administración le entregaba a Rodríguez el dinero proveniente de la caja, y ella se lo entregaba a Koldo García, o lo dejaba en recepción para que lo recogieran García, su mujer o su hermano.
Así lo ha explicado Rodríguez en su testifical, coincidiendo con la versión que ha ofrecido el PSOE en el último escrito aportado al Supremo. Después ha comparecido Mariano Moreno, y el juez le ha dicho que había quedado un asunto «en el aire» con el testimonio de Celia Rodríguez. «Ella no estaba en la mecánica de Administración. Es de suponer que Administración hacía una comprobación de que esos gastos se habían realizado por la persona que los reclamaba».
Moreno Pavón le ha explicado que se comprobaba que las facturas contuvieran el CIF y la denominación correcta. Los gastos, según ha dicho, eran principalmente gasolina, kilometraje, comidas u hospedaje. Acto seguido, ante las preguntas del juez, ha reconocido que «no se comprobaba» que quien solicitaba la liquidación era la misma persona que había pagado la comida.
«¿Sería posible entonces que alguien recolectase tickets de un restaurante y los aportase?», ha interrogado el juez, y el testigo ha dicho que no lo sabía, pero que le resultaría «extraño», según fuentes jurídicas. El juez, sorprendido, ha preguntado «en qué consistía entonces» la comprobación. «Eso no es una comprobación», ha reprendido, mientras Moreno se defendía asegurando que así funcionaban «todas» las secretarías. «No parece un control muy efectivo», le ha dicho el juez.
El testigo ha expuesto que «todos los sistemas de control van evolucionando» y ha aclarado que se comprobaba que el tipo de gasto reclamado estuviese contemplado «en los gastos oficiales». «No podías presentar cualquier tipo de gastos, y se comprobaba que coincidían con las fechas», ha defendido Moreno, y el juez ha zanjado: «No me diga usted que eso es un control».