La asistencia que tiene que dar el Gobierno a la flotilla que se dirige a Gaza causa un nuevo choque entre los socios de coalición. «Hemos llegado hasta donde hemos podido«, ha sentenciado el ministro socialista Óscar López sobre el buque enviado por el Ejecutivo para escoltar a las embarcaciones, a las que el Gobierno pide retirarse por «seguridad».
Sin embargo, sus socios de Sumar consideran que no deberían pedirles la retirada, sino proteger y dar cobertura a la misión. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado pronunciarse sobre este nuevo choque, aunque ha advertido a Israel de que los tripulantes de la flotilla «no son ni una amenaza ni un peligro».
Todo ello, después de que Global Sumud Flotilla (GSF) denunciase este miércoles una «operación intimidatoria» por parte de Israel en aguas internacionales cuando un buque de guerra israelí rodeó «de forma agresiva» esta madrugada una de sus principales embarcaciones mientras continúa su acercamiento a la Franja de Gaza tras haber entrado en la «zona de riesgo» donde las anteriores misiones fueron interceptadas. Tras ello, Moncloa avanzó que su buque no entraría en la zona de exclusión establecida por Israel porque esto podría poner en riesgo tanto a su tripulación como a la flotilla, y les recomendó «encarecidamente» que no se adentrasen en esa zona.
En declaraciones desde Copenhague, Sánchez ha pedido al Gobierno de Netanyahu que no ponga «en peligro» a los tripulantes que, según ha remarcado, van a tener «toda la protección diplomática». «Hemos estado en contacto con ellos y otros países que tienen integrantes de su sociedad. Es una misión humanitaria que no hubiera tenido lugar si Israel hubiera permitido la entrada de la UNRWA y del reparto de ayuda humanitaria», ha señalado en declaraciones antes de una reunión informal de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.
Pero varios ministros socialistas remarcaron lo dicho horas antes por Moncloa: la seguridad es la prioridad, por lo que ni el buque española va a acceder a la zona de exclusión ni creen que debiese hacerlo la flotilla. La ministra de Defensa, Margarita Robles, pidió directamente a los tripulantes de la misma que valoren el riesgo que asumen al entrar en la zona de exclusión. En declaraciones en una charla en el Cercle d’Economia, aseguró que es su «responsabilidad» el riesgo que asumen personalmente y «el riesgo en el que pueden poner a otras personas». Además, insistió en que el buque español no entrará en la zona de exclusión salvo «en caso de necesidad, si hubiera labores de salvamento».
En el mismo sentido se pronunció el ministro de Transformación Digital y Función Pública en una entrevista en TVE, en la que aseguró que «hay alguna medida que se tiene que tomar» con Israel a nivel europeo, como se hizo con Rusia, aunque insistió en que el buque de guerra español no cruzaría la zona de exclusión. Se mostró a favor de tomar «todas las medidas» para presionar a Netanyahu con el objetivo de parar el genocidio, pero consideró que, en el caso de la flotilla, «la seguridad es la prioridad».
López rechazó hablar de cualquier escenario a futuro, como de la actuación del Gobierno en el que caso de que Israel ataque a la flotilla y a sus tripulantes. Se limitó a decir que Netanyahu está yendo «contra el derecho internacional, contra el derecho del mar y también contra el derecho internacional humanitario». «A partir de ahí, un Gobierno tiene que tomar sus decisiones y este Gobierno no va a meter al barco español en esas aguas. Insisto, toda la empatía por una causa que no puede ser más justa», espetó.
«Hemos llegado hasta donde hemos llegado. Hemos mandado el barco hasta ese límite y estará allí para darles asistencia. Pero en este momento, la prioridad absoluta y máxima es la seguridad de esas personas que están en la Flotilla. Por eso, ayer les recomendamos que no cruzaran ese ese límite», reiteró.
El PSOE pide «prudencia» y «no hacer demagogia»
Por su parte, el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, pidió «no hacer demagogia con estas cosas», tras las exigencias de Sumar. Señaló que había que ser «extraordinariamente prudentes» con este asunto, porque aunque la causa de la flotilla «es justa» y cuenta con la «empatía» del PSOE, el Gobierno tiene como «prioridad absoluta la seguridad» y, entrando en zona de exclusión, «no se puede garantizar». «No puede traspasar esa línea», ha insistido López, que señala que si así lo hiciese, generaría una situación «de extraordinaria gravedad».
Respecto al choque en la coalición por el plan de EEUU sobre Gaza, el portavoz socialista en el Congreso quiso matizar la postura del PSOE, que desde el primer momento dio la «bienvenida» a esta propuesta. «El plan de EEUU puede tener consideraciones muy diversas e incluso enfrentadas«, reconoció el portavoz parlamentario que, al igual que repiten voces del Gobierno, considera que el plan puede «parar la matanza» pero «no es la solución definitiva», que para el PSOE es la de los dos Estados.
Nuevo encontronazo con Sumar
La posición adoptada por el ala socialista del Gobierno ha provocado un nuevo choque con el socio minoritario, Sumar, después de la brecha que causó entre ambas formaciones el apoyo del presidente Pedro Sánchez al plan pactado por EEUU e Israel para Gaza. A través de un comunicado, la alianza que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz señaló que «cualquier intento de evitar que la flotilla desarrolle su labor humanitaria es cometer una grave ilegalidad contraria al derecho internacional», e insistió en que «la responsabilidad del Gobierno de España no es pedirles que se retiren, es protegerles si deciden seguir».
«El Gobierno tiene la obligación de defender la legalidad internacional y de proteger y dar cobertura a la flotilla», dado que «se encuentra en aguas internacionales» y, «de acuerdo con el derecho internacional, tiene derecho libre navegación y su carga y objetivos son completamente legales», defiende Sumar. Es más: las metas de los activistas, asegura la formación, «se inscriben en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas, que han llamado repetidamente al fin del genocidio y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza».
En la misma línea, en un mensaje en su cuenta de Bluesky, la propia Díaz aseveró que la misión humanitaria de la flotilla es «legítima y necesaria» mientras que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, es un «criminal de guerra responsable del genocidio» y el único fuera de la legalidad. «España y la UE deben proteger a la Flotilla», zanjó.